martes, 19 de abril de 2016

Las Estaciones

Y un día de repente me deslumbro la luz, tenía frío, mucho frío e inmediatamente empec​é​ a sentir hambre, que podía hacer mas que berrear y berrear, por lo menos esto hizo que me prestaran atención, que supieran que ahora ya no era parte del cuerpo de mi madre era yo, solo yo. Aunque el tiempo iba lento para mi y vertiginoso para mis padres siempre lograba lo que quería.... berreando. Así aprendí a caminar, a correr, a cortar cebolla, a dormir sola, a hacer deberes y a cumplir obligaciones...... siempre berreando. En algún momento tuve que abandonar el berreo para experimentar la vida y descubrí las penas y los placeres mas grandes. De nada me servía berrear solo se trataba de vivir. Los años pasaban e iba haciendo camino, llegando a pequeñas estaciones, cuantas? pues no lo sé, nunca me gustaron las estructuras por lo que no pude encontrar ninguna en la que me gustara encerrar mis experiencias. Pero pasaron otras, muchas, estaciones, por las que a veces pasaban trenes y otras no. Eventualmente solventaba mis caprichos y otras solo veía pasar el tren de mi deseo insatisfecho. Una, dos, siete? no lo sé. Pasaron muchas, hasta que un día descubrí que las personas que mas amas también mueren y ese día despedí a mi padre y pase a otra estación. Experimente el misterio de ser madre yo misma e intenté regar una planta con raíces​,​ pero también con alas​,​ fertilizandola con libertad, las estaciones sucedían y también mi niña creció demasiado pronto. Pero hubo mas pérdidas que marcaron otras estaciones y otros regalos de la vida que alimentaron la mía, porque un día recibí un regalo mas de mi alma que de mi cuerpo: esta estación me trajo un niño, pequeño muy pequeño, muy dulce y sensible y esa experiencia ​fué​ única e irrepetible. Hubo muchas estaciones buenas y malas, fértiles y estériles, alegres y tristes, pero no puedo decirles cuántas fueron, solo puedo seguir recorriéndolas y quizá un día poco antes de llegar al fin del trayecto pueda reconocer mis errores, aceptar mis falencias, celebrar mis virtudes, amar a los que no pude amar y perdonar a cualquiera que me haya herido. ​Alicia Gaona​

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